Creer que sea blasfemia comparar a Hitler con Jesucristo, es ridículo.
La comparación se basa en el análisis de semejanzas y diferencias para llegar a una o varias conclusiones, lo cual nada tiene de irrespetuoso o profano.
Se establece la relación entre ambos sujetos en cuanto a impacto y trascendencia social (en este caso; Jesucristo y Hitler) investigando la historia, entorno y trasfondo de cada uno, disponiendo de varias fuentes para tener amplia idea al momento de discernir. Luego se compara esta información para identificar diferencias y semejanzas, et... voilà!
Saber que tan sublime acto de la capacidad mental y despliegue de habilidades para obtener algo de conocimiento, sea considerado de gran herejía por un número inimaginable de humanos racionales (más emocionales que racionales) más que ridículo, me parece simplemente... humano.
Aun así, respeto a ese número inimaginable de ridículos humanos.- Kc
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