Se sabe que las piedras/cuarzos/cristales son susceptibles al 'humor' de quien las lleva.
Según la abuela gata, cuando una piedra que llevas, se rompe, significa que a recibido cierta energía que, independientemente de su naturaleza, podría haberte hecho daño, lo cual explicaría porque tantos humanos tienen la creencia de que ciertos cristales tienen propiedades protectoras y hasta curativas.
Compré hace poco y sin intención especifica, varias piedras que llamaron mi atención, sin imaginar que algunas horas mas tarde, compartiría una elocuente y agradable madrugada con un interesante fauno el cual hace justicia a su naturaleza, amando con intensa insania la belleza femenina y los placeres intrínsecos en ello... sin importar la distancia, el tiempo ni la edad, como diría el sabio Larregui.
En mitad de la inesperada cofradía de la Hierba Santa, caí en cuenta que llevaba conmigo las piedras. Decidí regalarle una, haciéndolo elegir entre las cinco que había adquirido; dos cuarzos, una turquesa y dos ópalos. El mefistofélico y gentil fauno eligió uno de los ópalos; este, de forma trapezoide, mostraba una gama exquisita de colores que iba desde el dorado hasta el lila blancuzco.
Mientras él, absorto, contemplaba el curioso ópalo, alegaba que podía ver el mar dentro de este. Yo, en cambio, le advertía sobre la porosidad y fragilidad de esta piedra, que aunque muchas culturas la consideran una piedra muy poderosa, no deja de ser frágil y que si quería conservarla ilesa, debía tener cuidado... entonces lo comprendí:
El secreto está en no procurar tener la piedra lejos al momento de experimentar una emoción fuertemente negativa para que no sea afectada (en caso de ruptura, estaría cumpliendo su función de protección) si no, mas bien esforzarse por tener pensamientos positivos para que estos sean amplificados por la piedra.
Cuando experimentamos una fuerte emoción negativa, estamos generando una poderosa fuente de energía, la cual puede ser transmutada por el pensamiento positivo; de lo contrario, esta energía (de naturaleza negativa) podría hacer algún daño físico o psíquico el cual será absorbido por la piedra que llevemos, en caso de llevar una.
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