La muerte de Dios.

Muerte (Del lat. mors, mortis).

1. f. Cesación o término de la vida.
2. f. En el pensamiento tradicional, separación del cuerpo y el alma.
3. f. muerte que se causa con violencia. Lo condenaron por la muerte de un vecino.
4. f. Figura del esqueleto humano como símbolo de la muerte. Suele llevar una guadaña.
5. f. Destrucción, aniquilamiento, ruina. La muerte de un imperio.
6. f. desus. Afecto o pasión violenta e irreprimible. Muerte de risa, de amor.

De pequeño, la iglesia católica me enseñó que Dios es eterno, omnipresente y omnipotente. Siempre existió, desde el inicio de todo, ya que Él es inicio y fin, el infinito... lo cual para un niño, es bastante difícil de asimilar, sobre todo al no obtener respuestas convincentes cuando este pregunta:

¿Pero si Dios lo creo todo... quién creo a Dios? ¿Cuándo? ¿Cómo?

Por su parte, las antiguas religiones paganas me dicen algo interesante: Dios no es el arquetipo barbudo y canoso que nos espía 24/7 para luego, al momento de nuestra muerte, juzgarnos según nuestros actos en la tierra y decidir si tenemos derecho a entrar en el complejo vacacional 'El Paraíso' o si de lo contrario, debemos pagar por nuestras diabluras en 'Er Güeco'; motel de la más baja categoría, con una terrible atención al cliente y sin roomservice; en vez de eso, Dios es energía en equilibrio.

Dios es la energía vital dentro de todo lo viviente o vibrante. Es el equilibrio de lo positivo y negativo en perfecta armonía; activo - pasivo, arriba - abajo, derecha - izquierda, blanco - negro, creación - destrucción, vida - muerte, tensión - distensión, sol - luna, verano - invierno, ying - yang... polos que se complementan y forman la unidad.

Pero la abuelas paganas también nos cuentan una historia inspirada en la naturaleza misma y en su constante e infinito ciclo. Resulta que hoy, 31 de octubre (para los países ubicados en el hemisferio norte, como Venezuela) según la 'rueda del año', la historia termina con la muerte del Dios en su estado físico para volver como energía al vientre de la Diosa y así comenzar una vez más. Pero ¿de que va esto?

No te lo contaré, tonto humano... pero te daré algunas recomendaciones para el "periodo de oscuridad" que empezó a partir del atardecer de hoy y que termina al amanecer del 21 de diciembre con el renacimiento de la semilla de luz.

  • Tómate un momento para reflexionar sobre este año, sobre los logros y fracasos que tuviste.

  • Toma conciencia de todos los aspectos que quieres eliminar de tu vida; apúntalo en una hoja de papel y luego quémalo a la luz de velas, entre el rumor del incienso purificador y rodeado de un ambiente solemne y místico cual hereje de 1691.

  • Medita sobre las metas que quieres alcanzar en este nuevo ciclo, traza nuevos planes a corto, mediano y largo plazo o actualiza y mejora los que ya tienes.

  • Momento idóneo para dejar fluir nuevas ideas y desechar pensamientos e ideas negativas.

Más allá de su sentido de cesación o término de la vida y destrucción, aniquilamiento y ruina, las abuelas paganas nos enseñan que simbólicamente, la muerte también es transición, transformación, renacimiento y renovación.

Considerando todo lo anteriormente dicho, te invito a reflexionar sobre tu mortalidad. Sí! Como todo ser viviente, vas a morir; tu cuerpo volverá a la tierra, uniéndose con esta para dar paso a la continuidad del hermoso e infinito ciclo de la vida. Pero, antes de que esto suceda, piensa como deseas ser recordado. Físicamente, tu cuerpo dejará de estar, pero trascenderás en el plano mental; vivirás en la memoria de todo el que te evoque en sus recuerdos. Así que, encarecidamente te sugiero: evita ser un hijo de puta.

Por cierto, notaste que la muerte de Dios coincide con halloween y el renacimiento de éste (el 21 de diciembre) con lo que en Venezuela llamamos 'día del espíritu de la navidad'?

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