Supremacía humana.

El hombre es el único animal con la facultad de tener un zoológico.

Hace algún tiempo entró en mí cierta inquietud e interés por el veganismo y otros caminos alternativos tanto alimenticios como morales que toma el humano en su afán de acercarse lo más que pueda a lo "objetivamente correcto" tomando como referencia la regla de oro 'Trata a los demás como deseas ser tratado'. Desde luego que tengo mucha empatía, respeto y cariño por todo ser viviente y vibrante lleno de luz y energía cósmica (aunque el hombre sea mi animal menos favorito) así que al ver el proceso de "producción" del pedazo de carne de tu almuerzo, algunas fibras se movieron en mí, llevándome a ciertas consideraciones, al tomar conciencia del trato que tienen estos seres en criaderos y mataderos a manos del hombre.

Te dejo acá algunos links por si te quieres entretener un rato…




Mientras empiezo a comprender a raíz de lo anterior expuesto, como el apetito por la carne cesa en algunos hombres aunque no del todo, pues en varios casos, no es posible divorciarse del gusto por tan delicioso sabor al cual te han acostumbrado desde temprana edad, sabor que paradójicamente se produce a base de condimentos y verduras, otro dilema me consternó mucho más. La superioridad absoluta del humano sobre toda forma de vida en el planeta.

Suponiendo que la raza humana no sea "superior" a otras formas de vida, dándole una oportunidad al antiespecismo, te presento a continuación la siguiente situación:

Estás de excursión con algunos amigos en una hermosa montaña ubicada en las Lomas de Bonilla; Edo Trujillo, Venezuela. Llevas varias horas caminando, absorto en la frescura y belleza del entorno natural que te deslumbra a cada minuto. Pasas por un curioso trecho que en apariencia está fuera de peligro cuando de repente sientes un leve pero cercano zumbido, tan leve que no le das mucha importancia. Segundos después, empiezas a sentir un extraño hormigueo en tu cabello; descubres tu cabeza levantando la capucha de tu sweater y te das cuenta que te enfrentas a un tipo de avispa que no conocías. Inconscientemente pasaste sobre el hábitat (el suelo del curioso trecho por donde venias caminando) de las inquietas lugareñas que en un desesperado e instintivo intento de proteger su hogar, viéndote como una potencial amenaza que repentinamente ha perturbado su paz, intentan llegar hasta tu cráneo para matarte tan rápido como les sea posible. Por suerte para ti, no son tantas y habiéndote apartado del avispero subterráneo, alcanzas a exterminar con tus dedos las soldadas que tan ferozmente se habían aferrado a su labor. (Historia real: diciembre del 2012)
En este primer caso, las avispas como seres vivientes, simplemente están reaccionando al instinto de supervivencia. O son ellas, o eres tú… (sin importar que seas humano, vaca, sapo o extraterrestre) créeme que de su parte, no van a escatimar esfuerzos para eliminar el estímulo que les haga sentirse amenazadas. Sin embargo, aunque por despistado perturbaste su equilibrio, ganaste por poco este primer round de la batalla de razas.


Ahora te presento una situación distinta:
Domingo de Netflix en la casa de campo; noche tranquila mientras esperas la hora para buscar a tu chica en el instituto. No has cerrado bien la puerta trasera y un oso hambriento y agresivo entra al oler la pizza que está en la mesa de la cocina… Escuchas un ruido extraño y, como papá te enseñó, te precipitas a buscar la escopeta que se exhibe en la sala. Pones un cartucho, seguro de tus movimientos y confiando en el entrenamiento que desde pequeño has recibido con papá y sus amigos en las temporadas de caza, preparas tu ojo bueno, tu respiración y… ves al oso abalanzarse sobre ti! Disparas y todo ha acabado tan rápido que no entiendes bien lo que ha pasado, pese a todo el entrenamiento recibido.
Se invierte la perspectiva y ahora eres tú la forma de vida que lucha por su supervivencia de forma instintiva. No te alarmes ni desesperes… No has hecho nada malo ni tendrás mal karma por la luz de ese majestuoso animal que en apariencia, acabas de apagar. Era él o tú; estás en todo tu derecho natural (como animal pensante… pero animal al fin) de proteger tu hábitat y eliminar ese agente que pone en riesgo tu valiosa vida (o las de tus seres queridos) tal cual hicieron las avispas. Para orgullo de tu raza, has ganado este también! Pudiste haber prescindido del arma, del cartucho o de la pericia, corriendo con una suerte menos exitosa, pero una cadena de eventualidades y decisiones te han llevado hasta donde estás, dándote la posibilidad de reclamar el título de Alto grado en la jerarquía de formas de vida terrícolas. Hasta aquí, el antiespecismo no parece una postura muy lógica o justa, observando la ventaja que el humano tiene sobre otras especies, sin embargo, la batalla aún no acaba.


Del mismo modo, expóngote la última situación (en este caso, varias sin descripción más que el enunciado en sí y el veredicto final) con la intención de abarcar cierto espectro de posibilidades:

Peleas de gallos - Corridas de toros - Circos con animales como atracción.

Si eres humano y disfrutas alguna de las actividades mencionadas, necesitas terapia, unas cuantas reencarnaciones y muchísimo que aprender en cada una.

Ha llegado el gran momento de compartir contigo, mi estimado y gentil amigo humano, información invaluable y sumamente trascendental; si crees que tu especie es superior a toda forma de vida en la hermosa y sabia Madre Tierra, eres una tierna e ingenua criatura antropocentrista.

No estás del todo equivocado! Ciertamente eres superior a otros seres vivos. En efecto (para darte un simple ejemplo) puedes superar a tus hermanos mamíferos en un aspecto de vital importancia; como todo mamífero, tienes necesidades instintivas: alimentarte y defecar, refugiarte del frío/lluvia o en su defecto, protegerte de cualquier peligro y reproducirte. El gran detalle aquí es el control de estas necesidades mediante el pensamiento y la razón. Cuando ves a una persona en la calle la cual te produce mucha atracción, dudo mucho que te le abalances encima y empieces a fornicarle sin control alguno cual cachorro adolescente en etapa de celo. Tampoco creo que en un momento de hambre, vas caminando por la plaza y sin más, le des un porrazo en la nuca a aquel señor que se está comiendo un sandwich para ganárselo y saciar tu necesidad de alimento. (Este último ejemplo no aplica para Venezuela)

Como ser humano, tienes la habilidad para flirtear y proponer actos lascivos sin llegar a la violación o la capacidad de comprar, o en todo caso, pedir amablemente algo de comida. PERO! Tener una habilidad no siempre significa saber usarla (o usarla). En estos tiempos modernos y supuestamente muy avanzados, estupidizados con redes sociales que alimentan el ego, reality shows sin ningún contenido intelectual o tecnología mal aplicada, sigue existiendo la violación, el robo, el asesinato, la pedofília… y tantos otros aspectos naturales en el reino animal que de forma brusca, acercan al ser humano a su parte más primitiva y visceral.

Tienes alguna pista de qué ser viviente es el más noble, avanzado y superior a cualquier otra forma de vida? Sencillo; las plantas. Por qué? Más sencillo aún; Las plantas no contaminan la tierra, al contrario, la depuran. Nosotros estamos al borde de la extinción entre contaminación, armas nucleares y biológicas, viéndonos desde un lente macro, como un virus para nuestro ser portador (el planeta). Por otra parte, las plantas producen su alimento mediante la fotosíntesis; energía solar, carbono y agua. Nosotros dependemos de las plantas y sacrificio animal para nuestra alimentación y supervivencia.

Ahora tienes idea de cual es tu lugar en el universo?

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