Palabras a un Hermano Sobrecargado de Realidad.

Siente... como la tristeza se aleja de tu ser, las palabras que se degustan en lo mas profundo del corazón, son el fruto más preciado de aquel árbol sagrado que echó ramas entre los dos... es por esto que esta tarde te dedico estas palabras; palabras a un hermano que ha sido como yo, embriagado de realidad, esa realidad oscura y decadente como las falsas promesas de un poeta que conoce la muerte... y es que yo, amigo mio, he visto a los muertos que caminan por los senderos de la vida...

Le explico hermano mio, que aquella noche conversando de tomates, la luz de nuestra musa se volvió la misma y cada noche, cada verso, cada caminata por los caminos del placer, por los jardines dorados de la vida, su mano estuvo siempre atada a la mía. Como no amar, hermano, a un ser tan preciado que tiene la vida y la muerte en la mano, y por que hablar tanto de la muerte? Pues porque usted y yo entendemos que para nacer primero hemos de perecer.

Le regalo entonces con el corazón en la mano, estas palabras que me inspiran a usted mi hermano, que si su luz, ha de llegar al final de su viaje, la tomaré en mis manos para guardarla en mi equipaje... por el amor suyo, por el amor mio, por el amor nuestro, por aquellos poemas con melodías que nos juntaron y las charlas divinas que nos guiaron, a momentos frágiles e intensos que con el tiempo fueron clavados en mi pecho como momentos indispensables en el destino de nuestro viaje como la letra de esta canción... con una sola cosa más que decir; lo saludo desde el fondo de mis versos con el siguiente...

QUÉDATE Y CIERRA LA PUERTA! Y CÁLMATE QUE ENTRE LOS DOS UN NUEVO SUEÑO AMANECERÁ!


José Camacaro
19/04/2016

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